El insomnio es una alteración de la cantidad o calidad del sueño. Puede presentarse como:
– Una dificultad para conciliar el sueño.
– Una disminución de su duración; despertar demasiado temprano.
– Aumento en el número de despertares.
– Sensación de un dormir no reparador o insuficiente.
Las consecuencias se manifiestan durante el día como fatiga, ansiedad, falta de energía y disminución del nivel de alerta.
Las necesidades de sueño varían en función de la edad y de las circunstancias y características personales.
Algunos consejos de tu farmacéutico para prevenir el insomnio…
– Atenuar la luz y los ruidos en el dormitorio, y mantener una temperatura ambiente adecuada.
– Realizar regularmente ejercicio físico moderado durante el día.
– Reducir el consumo de café, té y bebidas alcohólicas.
– Cenar ligeramente y no acostarse inmediatamente después de la cena.
– Acostarse y levantarse siempre a la misma hora.
– No usar el dormitorio como lugar de trabajo ni para otras actividades.
– Evitar esfuerzos físicos o mentales intensos antes de acostarse.
– Evitar hacer siestas durante el día.
– Si después de media hora de estar acostado no se ha alcanzado el sueño, es aconsejable levantarse, salir del dormitorio y pasear o leer, ver televisión, etc. hasta que se sienta sueño.
En los casos de insomnio moderado o severo, puede ser necesario acudir a un profesional sanitario para que recomiende o prescriba tratamiento farmacológico.